Los amantes de los pines tienen un componente de nostalgia y de amor por este producto que les hace valorar muchísimo los acabados metálicos. Es por eso que en su búsqueda de tener los mejores pins de colección apuestan por lo clásico de este acabado.
A principios de los años 80 los pins se pusieron muy de moda y coleccionistas de todo el mundo comenzaron a perseguir las colecciones que sacaban las marcas más importantes del momento, así como las federaciones, sobre todo deportivas y olímpicas que tenían distintivos para sus delegaciones y que hacían las delicias de los amantes del pin.
Los métodos de fabricación de entonces no estaban tan avanzados como ahora, y la mayoría de estos productos se realizaban o en impresión digital con resina o en esmaltado suave, que es el acabado favorito de los coleccionistas, que buscan un pin con relieves y donde se pueda ver que el metal es el protagonista del pin.
Algunos de estos coleccionistas suelen realizar tiradas que simulan pins antiguos, o bien buscan nuevas creaciones de instituciones con las que a veces se ponen en contacto para conseguir sus derechos. Se puede decir, que este colectivo llega incluso a favorecer que otros clubes deportivos o ayuntamientos realicen pins solo para obtener una de las piezas que se hagan en la tirada.
Por esto decimos que los pins son un recuerdo único, porque hay gente que comparte la ilusión de obtener esas imágenes imborrables y colocarlas en un lugar de honor en sus estanterías.
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